En la actualidad las artes marciales se han diversificado notablemente, su concepto en sentido amplio nos abarca disciplinas muy diversas y con enfoques muy diferentes.
Con notable vigor en su desarrollo nos encontramos toda una serie de artes marciales clásicas de carácter oriental cuyo enfoque primigenio orientado solo al combate ha sido tamizado como he comentado en anteriores posts hacia un cultivo del cuerpo y la mente del practicante.
Algunas de estas artes han perdido en gran medida la orientación marcial en favor de los aspectos competitivos o puramente gimnasticos de la práctica, es decir, que priman los aspectos de eficacia deportiva frente a los aspectos de eficacia marcial o bien se orientan hacia los beneficios físicos de la práctica, haciendo que en ocasiones desaparezca todo componente marcial o de disciplina mental.
Por otro lado nos encontramos con un resurgimiento de las artes de combate tradicionales europeas, la esgrima antigua sobre todo en sus diferentes variantes. Gracias esto a gente apasionada que a través del estudio de tratados y con un enfoque serio están logrando rescatar esas formas de combate muy distintas a lo que el cine nos ha mostrado.
Hay que añadir que en el último siglo debido a los cambios en el combate militar hay una cierta recuperación de las artes marciales en el ámbito militar; con una guerra sin frentes y con operaciones tras las líneas enemigas con una importancia cada vez mayor, algunos ejércitos han desarrollado sistemas de combate mas o menos elaborados o basados en artes marciales anteriores, que en ocasiones han saltado a la vida civil con mayor o menos fortuna.
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