Existen multitud de peliculas sobre artes marciales, tantas que se puede hablar de un género mas dentro del cine, con estrellas de gran renombre como Bruce Lee, Jean Claude Van Damne, Chuck Norris, Donnie, Yen, Jackie Chan y un largo etc. Soy un gran fan de este tipo de peliculas pero existe un peligro con las mismas de identificar lo que se ve en ellas como lo real.
Desde luego hay diversas gradaciones, de las mas realistas como pueden ser Kuro Obi, Puños de Asfalto, o Cinturon Rojo, karate kid (ambas versiones) donde se plasma una visión muy cercana a la realidad de las artes marciales, a las mas fantasiosas especialmente las ambientadas entorno a las artes marciales chinas como tigre y dragon donde los personajes vuelan directamente o Ip Man en la cual el protagonista derrota fácilmente a 10 luchardores. Es particularmente doloroso para mi cuando la pelicula en cuestión tiene pretensiones de veracidad, como en el último caso ya que la pelicula esta basada en la biografía del maestro del wing chung. Esto es asi porque puede inducir a errores en las personas que vean estas películas, dos son los mas desagradables el primero que hay artes marciales muy superiores a otras con las consabidas polémicas en los diversos foros, y otro aun mas grave que es facil convertirse en un luchador experto gracias a la ayuda de un maestro en muy poco tiempo.
Analizando la película de Ip Man por ejemplo en la lucha con los 10 luchadores cualquier ojo experto ve como en cualquier momento le podrian zurrar un buen golpe por la espalda o varios pero el director usa la archiconsabida técnica de hacer "bailar" al resto de luchadores mientras el personaje lucha solo con dos o como mucho tres, el que no vea esto acabará con la idea de que el wing chung es tremendamente superior al karate. Nada mas lejos de la realidad porque en una pelea real lo que cuenta es el practicante y no lo practicado.
En cuanto al segundo error, este ocasiona que cuando una persona desea comenzar en el camino de las artes marciales pronto se da cuenta de la dificultad del aprendizaje y de que no puede alcanzar un nivel alto en semanas lo cual le frustra y en muchas ocasiones le lleva al abandono de la práctica.
Por lo cual mi consejo es disfrutar (yo lo hago), de todas las pelis de artes marciales con toda su espectacularidad, sabiendo que se basan en realidad pero siendo conscientes de que si vas a un dojo no aprenderas el arte marcial definitiva y dificilmente aprenderás a volar.
Un saludo felices fiestas!
La semana pasada tuve una conversación con un taxista que al enterarse que daba clases de karate se mostró muy interesado en el tema, pero al hablar con el me di cuenta de que asumía que por su edad (50 años) ya no podría practicarlo, la idea de la edad como impedimento para la practica de artes marciales está muy extendida, y es completamente falsa ya que karate - do
presenta beneficios que para muchos adultos son desconocidos , los cuales
ayudan y potencian la salud física y mental de quienes lo practican. En primera
instancia se encuentran los fisiológicos que responden directamente al
organismo. Entre los mas importantes encontramos:
1. Aumento de la
capacidad cardio vascular y mejoramiento de la circulación e irrigación
sanguínea, con el paso de los años, la flexibilidad natural que poseen los
vasos sanguíneos disminuye así como también disminuye el caudal arterial, por
ende se dificulta el paso del riego sanguíneo. El ejercicio físico y la
practica deportiva puede retrasar entre 10 y 15 años el comienzo del declive de
estos síntomas, por ende poseen un corazón mas potente que es capaz de bombear
mayores volúmenes de sangre en cada latido.
2.
Mejoras en el sistema muscular , la fuerza es una capacidad que se mantiene
bastante bien hasta los 45 – 50 años aproximadamente, pero a partir de entonces
se produce una perdida progresiva como consecuencia principalmente de la
atrofia de las fibras musculares de contracción rápida ( son aquellas que se
activan únicamente en situaciones en las que es necesario desarrollar
importantes niveles de fuerza). Dado que en la vida diaria estas situaciones no
son habituales, estas fibras se van hasta quedar inutilizadas. Cuanto menor es la
actividad física, mayor es la atrofia muscular, pudiéndose llegar a situaciones
en las que la movilidad es extremadamente reducida. La practica deportiva
reduce de manera considerable la perdida de fuerza observada en personas
adultas. Por otra parte , personas adultas e incluso de tercera edad, que
inician en programas de actividad física pueden lograr grandes mejoras que
impliquen cambios sustanciales en su calidad de vida. Algunos estudios
realizados en personas de 80 y 90 años han demostrado mejoras, después de ocho
a diez semanas de entrenamiento de fuerza, del 170% en los niveles de fuerza
máxima y del 50% en la velocidad caminando. El karate- do, en sus practicas
constantes trabaja el desarrollo y mantencion la fuerza con ejercicios
adecuados a cada nivel del practicante.
3. Mejoramiento en el
sistema óseo, el paso de los años conlleva en mayor o menor grado una perdida
de mineralización ósea. Este fenómeno se conoce como osteoporosis, hace que los
huesos se vuelvan mas porosos y frágiles, aumentando así el riesgo de fractura.
Desde los 30 a 40 años, los procesos de desmineralización ocurren a un ritmo
mas rápido, lo cual da lugar a una perdida de masa ósea, que en las mujeres es
mas pronunciada a partir de la menopausia. Al mismo tiempo, las vértebras se
aplastan y producen una reducción en la talla corporal y una deformación que
puede provocar posturas anómalas. Una dieta rica en calcio y la practica
regular del ejercicio físico , especialmente del karate- do, reducen la perdida
de mineralización ósea y potenciando la firmeza de los huesos y articulaciones,
lo cual se refleja en practicantes de avanzada edad quienes son capaces de
ejecutar katas (formas) demostrando posturas erguidas ,con técnicas fuertes y
potentes, y utilizando articulaciones que, para el común de las personas de su
misma edad ,les seria imposible realizar.
4. Mejoras importantes
en el sistema nervioso, el envejecimiento se acompaña de una reducción en la
capacidad de procesar información lo que se traduce en una mayor lentitud de
reflejos y una menor capacidad de memoria. Además, con el paso de los años, el
sistema nervioso también ve reducida su capacidad de activar la musculatura. El
ejercicio físico.
No solo el karate presenta estos beneficios en general la práctica de cualquier arte marcial conlleva una serie de mejoras muy similares a las mencionadas anteriormente
En 1936 abre su propio dojo llamándolo SHOTOKAN (la
casa de Shoto), en el barrio de Mijuroko en Tokio, donde de formaron un
gran número de notables estudiantes como Shigeru Egami, Masatoshi
Nakayama, Ohtsuka Hironori, Hidetaka Nishiyama, Yoshitaka Funakoshi,
Taiji Kase, entre otros.
En este mismo año, una Asamblea de maestros de Okinawa, reunidos en
Naha, decide aprobar oficialmente la nueva denominación de KARATE-DO.
En 1941 Japón entra a la Guerra, muchos de los alumnos más antiguos se fueron a la Guerra y no volvieron más.
Yoshitaka y Gichin Funakoshi publicaron en Diciembre de 1943 un nuevo
libro, Karate-do Nyumon, donde Yoshitaka habría escrito toda la
información técnica y Gichin Funakoshi los capítulos iniciales y las
historias.
1945 será un año verdaderamente trágico en la vida de Gichin Funakoshi
y, para el el Karate-do, como resultado de las duras condiciones de vida
durante la II Guerra Mundial y los durísimos entrenamientos a los que
se sometía Gigo, aun con fuertes ataques de tos, la enfermedad que
tantos años acosó a Yoshitaka Funakoshi terminó por abatirlo y la
brillante estrella fugaz que representó Gigo Funakoshi, terminó por
apagarse en la primavera de 1945. Se dice que se negó obstinadamente a
comer de las raciones ofrecidas por los invasores norteamericanos. Este
fue un duro golpe para el maestro, pues era su ayudante y en quien había
depositado toda su confianza para que fuera su sucesor; decide entonces
ir con su hijo mayor a Koshikawa. Ese año, durante un bombardeo queda
destruido su Dojo Shotokan.
En los últimos días de la Guerra, el Maestro Funakoshi se había mudado
desde Tokyo a Oita, al sur de Kyushu, junto con su esposa [que había
sido deportada de Okinawa]. De esta manera evitaron los bombardeos de
Tokyo y nuevamente Funakoshi y su esposa vivieron una vida tranquila
juntos hasta la muerte de su esposa, en Noviembre de 1947. La tragedia
había golpeado fuerte al maestro Funakoshi. Había perdido a su esposa,
su tercer hijo Yoshitaka y su Dojo Shotokan.
Su hijo Giei (1900 - 1961) le escribió pidiéndole que volviera a Tokyo.
Funakoshi reflexionó sobre el ofrecimiento de su hijo y finalmente
decidió ir. Tan pronto como consiguió dinero suficiente para el pasaje
de tren, empacó las pocas pertenencias que le quedaban y se encaminó a
la capital. Su hijo contactó a todos los antiguos alumnos del Maestro
para que le dieran la bienvenida. En cada parada que realizó el tren lo
esperaban en pequeños grupos para saludarlo y darle la bienvenida. Esto
le levantó el ánimo, cuando finalmente llegó a la capital, estaba lleno
de un nuevo optimismo.
Los alumnos de Gichin Funakoshi volvieron uno tras otro a Tokyo. Los
sempais (alumnos más antiguos) podían dividirse en dos grupos: el
primero había entrenado con Gichin Funakoshi entre los años 1922 y 1937.
Y los otros que habían entrenado con Yoshitaka Funakoshi en el Dojo
Shotokan desde 1938 hasta 1945. Los alumnos más experimentados de
Funakoshi eran Isao Obata y Kishinosuke Saigo, ambos de la Universidad
de Keio. Los alumnos principales de Yoshitaka Funakoshi eran Shigeru
Egami de Waseda, Genshin Hironishi de Chuo junto con Minoru Miyata de
Takushoku. Y ahora que el maestro había vuelto, volvió la energía y el
entusiasmo en los alumnos más antiguos.
Decididó a reconstruir su Dojo Shotokan con aquellos alumnos que no
habían muerto en los combates contra Estados Unidos, Funakoshi se
encuentra con un gran inconveniente, las artes marciales habían sido
prohibidas por un período de tres años, bajo el mando de las Fuerzas
Norteamericanas de Ocupación.
Se comenzó a discutir cómo se iba a liberar el karate de la prohibición
aliada y cómo se realizaría la reconstrucción del Dojo. El hombre que
logró esto fue Masatoshi Nakayama. Había dejado Japón en 1937 y no
volvió hasta 1946. En ese tiempo, Karate-do, bajo el liderazgo de
Yoshitaka, había cambiado drásticamente de características, a un arte
marcial de combate japonés muy fuerte que ya no tenía casi ningún
parecido al arte de combate original de Okinawa. Nakayama a través de
sus viajes había llegado a conocer muy bien la cultura China y gracias a
esto pudo convencer al Ministro de Educación, para que informara a los
aliados de que Karate era en realidad un deporte de boxeo chino y que
difícilmente debiera ser incluida entre las otras artes marciales
japonesas prohibidas. Los burócratas se vieron convencidos y levantaron
la prohibición al Karate. de esta manera Karate fue el único arte
marcial que se permitió practicar en los años después de la Guerra.
Nakayama recibió el agradecimiento de todos los practicantes de Karate.
De ser un karateka bastante desconocido y promedio pasó a tener una
posición bastante importante en el mundo del Karate de la postguerra.
Pero era Isao Obata, el estudiante más antiguo y más respetado que llegó
a jugar un rol principal en la operación que se desarrolló
posteriormente. Obata fue uno de los primeros en participar en las
clases de Karate de Funakoshi y fue él quien estableció el club de
Karate de Keio en 1924. Después de la muerte de Yoshitaka Funakoshi fue
Obata quien seguía a Funakoshi a donde quiera que fuese a enseñar, y el
único que le fue fiel a su maestro hasta el final.
El Maestro Funakoshi había fundado la Asociación Shotokai cuyo nombre
estaba compuesto de "Shoto", pseudónimo anteriormente mencionado y "Kai"
que significa grupo, reunión, etc. En esta ascociación estaban
encuadrados todos los practicantes que entrenaban en el Shotokan.
Anterior a la Segunda Guerra Mundial, estos karatekas constituían el 90%
de la totalidad de los practicantes en activo en Japón.
En 1948 se funda la Japan Karate Associaton (JKA), para la cual se
construye un nuevo dojo y Funakoshi queda como jefe instructor de la
organización.
En 1953 las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos le solicitan al
maestro que implante, junto con sus alumnos, un sistema de instrucción
de este arte a todas las fuerzas militares norteamericanas.
Gichin Funakoshi muere el 26 de abril de 1957 en Tokio. Su funeral fue
realizado el 10 de mayo. Hoy, 50 años después de la muerte del gran
maestro, su foto preside miles de salas en todos los lugares del mundo
Gichin Funakoshi, nacido el 10 de noviembre de 1868 fue uno de los más grandes
entre los maestros del karate. Es conocido como el padre del karate moderno.
En Shuri,
Okinawa, nació prematuramente en el seno de una familia de la clase
shizoku (privilegiada). Los padres de Funakoshi observaron su constitución débil
y precaria salud, y pensaron que el karate ontribuiría a robustecerle.
Yasutsune (Anko) Azato, padre de un compañero de la escuela primaria del
que se hizo gran amigo, y uno de los más grandes expertos okinawenses,
fue su primer
maestro de karate (aunque aún no se usaba la palabra karate, sino Okinawa-te, Tode o simplemente Te, como he mencionado en entradas anteriores). Azato provenía de una familia de clase Tonochi (clase alta,
con jefaturas hereditarias en pueblos y villas) y era además excelente
kendoka y kyudoka.
Es en 1921 cuando el Maestro Funakoshi hace su
primera exhibición de Karate e Tokyo, indicada por el Ministerio de Educación.
El Maestro de Judo Jigoro Kano, le solicitó a
Funakoshi una exhibición personal, y quiso también que le fueran enseñados
algunos de sus fundamentos, en su escuela Kodokan.
Masatomo Takagi, luego secretario de la Japan
Karate Association, al acompañar al Maestro, observaba que cada vez que pasaba
frente al Kodokan, Funakoshi saludaba profundamente, expresando su respeto hacia
Kano, quien le había brindado una oportunidad de hacer conocer el Karate.
En sus propias palabras:
"Luego de la exhibición para el Ministerio de
Educación, yo planteaba volver inmediatamente a Okinawa. Entonces, Jigoro Kano
me solicitó una exposición de Karate para él, o cual me hizo vacilar, al pensar
que yo no tendría la suficiente habilidad, pero ante la insistencia de Kano,
decidí hacer algún Kata, en su escuela. Para mi sorpresa, cientos de
espectadores se hallaban a mi llegada al Kodokan. Impresionado por la ejecución,
Kano me preguntó en cuanto tiempo podría él hacer bien el Kata que yo había
demostrado.
"En un año", repliqué.
"Ah, es mucho tiempo", dijo
Kano. ¿Podría Ud. enseñarme alguno de los fundamentos del Kata? siendo yo un
simple maestro de escuela provinciano, me sentí muy honrado por esta solicitud
del gran Maestro de Judo." Gichin Funakoshi.
El primer Dojo del Maestro
Funakoshi fue el Meisei Juku, el alojamiento para estudiantes okinawenses en
Suidobata, Tokyo.
Basado en su gran experiencia,
adquirida durante su entrenamiento en Okinawa, y por la propia solicitud del
gran pintor Hoan Kosugi, el Maestro Funakoshi escribió su primer libro, en
1922,titulado "Ryukyu Kempo: Karate."
La introducción de este libro
estuvo a cargo de eminentes personalidades de la época. La obra estaba dividida
en cinco capítulos: "Que es el Karate", "La utilidad del Karate", "El
entrenamiento y la enseñanza", "La organización del Karate" y "Fundamentos y
Kata".
Cuatro años más tarde, y debido
al suceso de esta obra, fue revisada y publicada con el nombre de "Renten Goshin
Karate-Jitsu" (fortaleciendo el poder salvaje y la defensa personal, con las
técnicas de Karate).
Su segundo libro fue publicado
en 1935: "Karate-Do Kyohan", en el que aparecían un buen número de Kata.
En la primavera de 1936, cuando
el Maestro inaugura su nuevo Dojo en Zoshigaya, sobre cuya entrada lucía el
nombre de Shotokan. Shoto era el sobrenombre utilizado por Funakoshi, cuando en
su juventud firmaba sus poemas. Kan, significa casa o escuela.
En este Dojo, el Maestro
Funakoshi preparó a expertos como: Masatomo Takagi y Masatoshi Nakayama, de la
Nippon Karate Kyokai; Yoshida, de Takudai; Isao Obata de Keio; Noguchi, de
Waseda; y uno de los más destacados, Hironori Otsuka, quien más tarde fundó su
propia escuela, que llamó Wado-Ryu.
Estos principios no solo son aplicables al karate sino en mi modesta opinion a la práctica de cualquier arte marcial e incluso para conducirse por la vida.
Los veinte principios de Funakoshi
La filosofía del karate de Funakoshi se sintetiza en 20 reglas:Fueron elaboradas alrededor de 1890 y publicadas en 1938, aunque no en un libro firmado por Funakoshi, sino en el libro Karate-do taikan
de Genwa Nakasone, que convierte así la tradición oral en tradición
escrita, además de acompañar con un breve comentario cada una de las
reglas:
El karate empieza y termina con rei (saludo de cortesía).
No hay primer ataque en karate.
Se debe practicar el karate con sentimiento de justicia.
Antes de conocer a los demás, hay que conocerse a sí mismo.
Antepón el espíritu a la técnica.
Prepárate para liberar y cultivar la mente.
El fracaso nace de la negligencia.
El karate no sólo se practica en el dojo (lugar de entrenamiento).
La práctica del karate es de por vida.
Tratar los problemas con espíritu de karate.
El karate es como el agua hirviendo; sin calor vuelve a la calma.
No alimentes la idea de vencer pero tampoco la de ser vencido.
Cambie en consonancia con su oponente.
El secreto del combate reside en el arte de de dirigirlo.
Que las manos y pies golpeen como un sable.
Al franquear el umbral de tu casa, diez mil enemigos te esperan.
Kamae (posición de guardia) es la regla para el principiante. Después es posible adaptar una guardia natural.
Los katas deben realizarse correctamente, aunque en el combate real tus movimientos se adaptan a las circunstancias.
Tres factores a considerar: fuerza, extensión y retracción del cuerpo, y técnica.
Silat o Pencak Silat (otras
variaciones para escribirlo no son correctas o refieren a
implementaciones personales o subconjuntos parciales como Penchak, Pencat, Penjak, Silet. ) es el nombre usado
para indicar una cierta variedad de escuelas y familias de artes
marciales, baile, y otras tradiciones, esparcidos por las miles de islas
de los archipiélagos Indonesio y Malasio. También se practica
en Singapur, Brunei, Vietnam, Tailandia,… El arte ha llegado también a
Europa, y es popular por ejemplo en Francia, Holanda o Paises Bajos.
Este arte marcial es bastante desconocido para el público en general,
pero dentro de los estilos de lucha goza de buen renombre
Un poco de historia…
No es fácil remontar hacia atrás la
historia del Silat ya que la documentación escrita es escasa y la
información oral la poseen los guru (maestros). Cada región en el archipiélago tiene su propia versión basada en la tradición oral.
En la era antigua, en los reinos de Srivijaya, Majapahit o Sunda usaban
el Silat para entrenar a sus soldados y guerreros. Hallazgos
arqueológicos revelan que en el siglo VI D.C. sistemas de combate ya
formalizados se practicaban en el área de Sumatra y la península
Malasia. Dichos reinos hacían buen uso de estas habilidades combativas y
fueron capaces de extender sus conocimientos más allá de los que hoy
son Indonesia, Malasia y Singapur. De acuerdo a la tradición de
Minangkabau, su Silek (Silat de Minangkabau) puede remontarse hasta el padre de su antiguo pueblo.
Aunque los estilos de Silat empleados para el combate eran diferentes,
se puede concluir que en los reinos de Java a lo largo del archipiélago,
el Silat servía para la misma función: defender, mantener o expandir el
territorio.
Durante la época colonial el gobierno
consideró, como muchos otros aspectos, que el Silat podría dar a los
nativos la confianza y el coraje suficientes como para hacerles frente.
Por este motivo, los entrenamientos se realizaban en casas privadas, en
pequeños grupos contadas personas. Al final de cada entrenamiento, cada
persona debía marchar una por una para no atraer la atención. A veces se
practicaba solo en medio de la noche, como en cementerios o lugares no
frecuentados por colonos, considerando además que los espíritus de sus
ancestros protegerían a los que allí entrenaban. Las historias cuentan
que hubo maestros a los que el gobierno tachó de extremistas y se vieron
forzados a desplazarse para evitar el arresto, u otros que fueron
castigados por oponerse a la autoridad continuando la práctica del
Silat. Aunque no puede generalizarse que todos los maestros y
escuelas se opusieran al gobierno colonial, sí que se puede decir que
este arte marcial jugó un papel importante en la independencia del
pueblo, y el heroísmo de los maestros de Silat no se limitó solo a la
guerra.
♦ ♦ ♦
No hay mucho estándar en el Silat. Cada
estilo tiene sus propios patrones de movimiento particulares, técnicas
especialmente diseñadas y tácticas diferenciadas. La riqueza de esta
variedad de estilos y técnicas proviene del hecho de que cada maestro
creaba su propio estilo de acuerdo a sus preferencias y su entorno
físico y socio-cultural. Para ellos, el Silat sigue siendo hoy su forma
de vida cotidiana. Utilizan el Silat como auto-defensa, y como
recreación, y sólo recientemente han comenzado a usarlo como deporte en
competiciones nacionales. En su forma de auto-defensa, se utilizan
técnicas de lucha combinadas con series de característicos pasos. El
Silat se considera una forma de defensa personal elevada y por ello se
suele enseñar a puerta cerrada y son los estudiantes los que son
elegidos por los maestros y no al revés.
El Silat como arte no se considera
peligroso y puede ser mostrado publicamente. De generación en generación
hasta hoy, las actuaciones de Silat animan bodas, rituales de
circuncisión, celebraciones del arroz y todo tipo de fiestas
tradicionales.
Algo ciertamente característico es que
pocos artes marciales trabajan y controlan tanto como el Pencak Silat
moverse cómodamente por el suelo. Este tipo de técnica crea un shock en
el contrario al verse perdido ante la impotencia de enfrentarse a un
contrincante que se mueve tan rápido por el suelo como de pie. En Silat
también se usan armas, y entre las decenas de estilos existe una gran
variedad de armas, solo algunos de cuyos ejemplos podrían ser:
·
Keris o kriss:
daga curvada de olor característico y hoja en forma de lengua de
fuego, que es considerada sagrada, y posee connotaciones espirituales. · Kerambit: pequeña garra con filo curvado inspirada en la del tigre. · Parang/Golok: machete usado comúmente en tareas diarias. · Lembing/Seligi: lanza o jabalina hecha de madera o bambú. · Tongkat/Toya: bastón portado por viajantes o gente de edad. · Trishula/Cabang: tridente proveniente de la tradición hindú. · Sabit/Clurit: hoz, comúnmente usada para el campo. · Sarong: pareo de vestir, usado como arma.
A diferencia de otras artes marciales el
Silat utiliza como parte fundamental la música, cada movimiento del
practicante es acompañado por una banda de músicos con instrumentos
tradicionales. Esta banda se denomina gamelan y tiene entre sus
instrumentos gongs, xilófonos de madera y metal, tambores de madera y
piel… Sin embargo, quien marca el ritmo de la música no suele ser la
banda, sino los combatientes.
Vestimenta:
Los luchadores visten un traje o baju silat típicamente de color negro (por cuestiones a la vez, practicas y filosóficas/religiosas) generalmente con un cinturón o sarong de
colores. Para ocasiones especiales y dependiendo del estilo de Silat
que se practique se pueden encontrar baju de diferentes colores y
motivos…
El silat también se utiliza como método de entrenamiento espiritual,
además de defensa propia. Con el tiempo fue utilizado por las fuerzas de
defensa de Langkasuka, Champa, Srivijaya, Beruas, Melaka, Makassar,
Aceh, Majapahit, Gangga Negara, Pattani y otros reinos en el sureste de
Asia. Sin embargo, el silat no se limita a una determinada clase social o
de género, fue practicado por todos sin restricciones. Incluso hoy día,
se enseña a menudo en las familias que han heredado las tradiciones
culturales, tales como la talla en madera, danza, herboristería o la
ejecución de instrumentos musicales.
José
Silva, maestro de artes marciales: “Jamás me arrepentiré de haber comenzado el
camino del Karate”
Por Carlos Cuesta Rueda
La puerta del dojo de José Silva se abre pronto por la mañana y el
lugar va despertando al ritmo de los comercios y establecimientos del entorno.
Conforme va encendiendo las luces aparece ante nosotros un gimnasio de aspecto
antiguo, que no viejo, de sabor auténtico y de decoración sencilla. Más allá de
la oficina, el recibidor y varias muebles repletos de trofeos y reconocimientos,
están los vestuarios a los que irán llegando los alumnos para prepararse; y el
tatami, el corazón del dojo.
Todo aquí parece reducido a lo esencial. Ninguno de los detalles
colocados en las paredes, las imágenes de recuerdo a los grandes maestros o las
fotografías junto a algunas de las personalidades más importantes del estilo
Shotokan son superfluas o accidentales. Tampoco lo son las inscripciones que
los alumnos leen día a día, escritas a dos colores en uno de los tabiques del
edificio: el dojokun, las normas esenciales que rigen el comportamiento de los discípulos.
José Silva, quinto dan de Karate, cuarto dan de Goshin y segundo dan de
Full Contact, ultima los detalles de la jornada en una pequeña oficina repleta
de libros de consulta y vídeos de diferentes disciplinas marciales. A lo largo
del día pasarán por este gimnasio personas de toda edad y condición. Él mismo
fue un alumno en este mismo lugar, y antes aún, un aficionado que ni siquiera
podía permitírselo.
“En 1973, tenía yo 12 años, conocí
a la persona que despertó mi pasión por las artes marciales, mi cuñado
Gabrielle Mozzoni. Él había practicado Kung Fu en Milán y en Suiza. Durante las
navidades de ese año me regaló dos libros, uno de Karate y otro de Ju Jutsu y
fue por esos libros por lo que empecé a practicar, algunos dirían de forma
autodidacta; yo digo que porque no me quedaba más remedio. Simplemente no podía
pagarme un gimnasio donde me enseñaran. Luego comencé a trabajar muy pronto. Mi
padre murió dos años después y tuve que ponerme a trabajar. Así, como camarero
del bar Palencia en la plaza mayor conocí a Luís Fraile, que entrenaba en el
Gimnasio Shotokan. Él vivía justo encima del bar. Luego mi gran amigo Luis
Rodríguez comenzó a entrenar en el gimnasio Kobayashi de Valladolid. Yo seguía
sin poder apuntarme a ningún gimnasio, así que entrenaba con él en el patio de
casa lo que él había aprendido durante la semana”.
En aquellos momentos el Karate era un fenómeno que se estaba empezándose
a conocer y la gente que no lo practicaba observaba con extrañeza o curiosidad a
los que sí. “Unos nos miraban con respeto, otros con recelo porque no
sabían exactamente qué era eso del Karate. A los cintos negros, que eran pocos
en toda España, se les veía como a superhombres. Lo cierto es que se miraba a
la gente que practicaba artes marciales de forma distinta a otros deportistas”.
Un poco más tarde él y Luis
Rodríguez transformaron el patio de José Silva en un pequeño dojo. “Allí
practicaba con todo el mundo que quisiera venir a enseñarme o a aprender lo
poquito que yo sabía. Más tarde, un poco más mayor, comencé a entrenar en el
que hoy es mi dojo, el Artes Marciales
Valladolid, y en el que llevo ya 31 años. Imparto las disciplinas de
Karate, Goshin Karate Jutsu y Full Contact.Así empecé el largo camino del Karate de lo que no me voy a arrepentir
jamás”.
Para Silva, el aprendizaje de un arte marcial es una tarea que siempre
está inacabada. “Es mi humilde opinión como practicante de Karate y aunque
me dedico profesionalmente a ello pienso que en Karate nunca se termina,
siempre hay algo que aprender”.
La riqueza de este arte marcial permite muchos caminos de expansión
pero actualmente se encuentra muy centrado en el desarrollo del Goshin, un
aspecto al que ya se había acercado con intensidad en la primera época de su
formación como artista marcial. “Mi interés por el Goshin comenzó con
varios amigos que hacían Judo. Me gustaban mucho los entrenamientos que
hacíamos en el pequeño dojo del patio de mi casa. Con Antolín Chacón, buena
persona y artista marcial, cinturón marrón de judo de la Federación Catalana y
practicante de Ju Jutsu fue con quien más horas de judo compartí. También
practiqué Aikido en los años 80 y 90 con un amigo llamado José María. Tan solo
un profesor llamado Alberto Campano enseñaba Aikido en Valladolid por aquel
entonces. Ellos introdujeron este arte en la provincia”.
Cuando José Silva comenzó a formarse como entrenador regional tuvo
tiempo de profundizar en el Goshin en la Academia de Policía en Ávila. José
Antonio Fernandéz Prada impartía la asignatura de defensa personal. Con este
instructor volvió a coincidir cuando accedió al curso para convertirse en
entrenador nacional. “José Luis González Tejedor también impartía cursos a
los que asistía con ilusión. A partir de ahí me apunté todos los cursos de
Goshin, defensa policial, Tai Jutsu y Ju Jutsu que pude”. En septiembre del 2001 comenzó a entrenar con José Luis Prieto en el
Departamento de Goshin de la Real Federación Española de Karate. En Castilla y
León poco a poco se va afianzando el Departamento de Goshin del que José Silva
es director.
José Silva piensa que más importante que la denominación de esta
disciplina es la esencia que le da sentido. “Lo llamo autodefensa porque así
lo llamó Funakoshi O Sensei y por diferenciarlo de lo que todos llaman defensa
personal. Claro que a coger un palo del suelo y darle con él a tu agresor
también se le puede llamar defensa personal”. Sin embargo, insiste en que el Goshin es como una rama del mismo árbol
del Karate. “Es algo intrínseco. Yo pienso que sin Karate no habría Goshin
y sin Goshin no habría Karate. No es que lo diga yo, es que Funakoshi O Sensei
en su libro Karate Jutsu hace muchas referencias al Goshin. Incluso en algunas
ediciones su libro se llama Goshin Karate Jutsu. Si lo analizamos ¿dónde esta
la riqueza del karate? Los grandes maestros dicen que está en los katas y si
desmembramos los katas ¿qué nos queda? Las aplicaciones técnicas y prácticas.
¿Y eso qué es? La autodefensa que, como dije, es intrínseco al Karate. Y si no,
hablemos del kata, de cualquier kata. No es sólo age uke, guiaku shuki, ni sólo
son shutos ni solo geris. Por ejemplo el noveno movimiento de heian godan es shukami
uke, una luxación en la que realiza kote osae (ikio); en kanku sho los
movimientos siete y trece son kote mawashi (nimio) o nijushiho, el movimiento
tres zenpo enpi uchi y su aplicación puede ser thembi gatame, como el tercer movimiento
de godan. He enumerado estos movimientos de estos katas pero todos los
movimientos tienen aplicaciones para la autodefensa bien sean atemis (golpes),
luxaciones, proyecciones o inmovilizaciones”.
José Silva insiste en que aunque la práctica del Goshin parezca
novedosa, los estilos de karate son todos ricos en técnicas de autodefensa a
diferentes niveles. “Bien por sus orígenes o por las aplicaciones que sus
fundadores le quisieron dar. Incluso algunos estilos lo tienen estructurado en
los bunkais o en trabajos específicos de autodefensa. Lo que es claro es que el
Karate es un sistema de autodefensa, que su principio básico es defender la
integridad física del practicante y con esa finalidad lo crearon sus fundadores”.
Las dudas sobre si la aplicación del
Goshin supone algún tipo de desviación respecto del Karate puro las resuelve
cómodamente. “¿Qué es más puro que aplicar todas las facetas que nos ofrece
este arte marcial?”
Entrevista cedida cortésmente por el maestro Jose Silva Gonzalez:
Cinturón Negro 6° Dan de Karate.
Cinturon Negro 6º Dan de Goshin
Entrenador Nacional de Karate.
Miembro del Tribunal Nacional de Grados de la FEK.
Juez árbitro de Karate.
Cinturón Negro 1° grado de Full-Contact.
Instructor de Full-Contact.
Monitor Deportivo.