Las armaduras no les impedían andar, pues había torneos y armaduras para combate a pie de incluso mas peso y volumen que una de caballo (se decía que los caballeros parecían mas anchos que altos). Aunque era costumbre antigua, que caballeros acompañantes ayudasen a montar a un caballero desmontado, pues la forma especial de sus sillas, hacía dificultoso el volver a montar sin ayuda. Siendo indispensable que se sujetasen por lo menos las riendas del caballo. De ahí la necesidad de que un noble caballero, estuviese acompañado de un escudero a su servicio, que combatía junto a el. La unidad militar no era el caballero, eran las lanzas, agrupaciones de 2, 3 o incluso mas guerreros equipados de forma similar, y dirigidos por el mas noble de ellos. Quien muchas veces corría con el coste del equipo del resto de sus compañeros de armas.
Si un caballero caía, podría darse el caso de que no pudiese levantarse?. Analizando el mito, esta creencia proviene de testimonios como la batalla de Agincourt (1415) entre franceses e ingleses, en la que los caballeros franceses, no podían levantarse, lo cual es cierto, mas no era por el peso de su armadura. En esta batalla, caballeros desmontados franceses, avanzaron contra una línea mixta de arqueros y caballeros ingleses desmontados. Desgraciadamente para los franceses, el campo de batalla era una sopa de barro, lo que los agotó mucho. Por otra parte, las pulidas superficies de sus armaduras de placas, al entrar en contacto con el barro, creaban un efecto de succión que literalmente los dejaba pegados al suelo, en donde cansados, y con varios kilos de barro extra en su armadura, eran incapaces de levantarse por si mismos. Por tanto, la afirmación de que no podían levantarse en parte es cierta, pero del mismo modo que muchos soldados perecieron en el dia D cargados de equipo, y no por ello nadie diria que un soldado de la segunda guerra mundial no podia moverse por su pesado equipo.
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